lunes, 12 de octubre de 2009

Capítulo 9: Una pequeña canción.



Ángel enseguida se arrepintió de haberle cerrado la puerta en todas las narices a Aurora. Rápidamente volvió a la entrada y abrió la puerta y como él esperaba la chica estaba allí un poco incredula.


-Lo siento-se disculpó él-Ha sido el viento que...


Se calló si saber que decir, había sido un estúpido sin educación al cerrar la puerta y ahora tenía que arreglar lo ocurrido, pero no quería mentir tampoco.


-Ah...No pasa nada...-Contestó Aurora mirándole extrañada- Será mejor que me vaya...Buenas noches.


Aurora se giró y se largó aún sorprendida sin saber como reaccionar. Ángel cerró la puerta y se apoyó en ella pensativo, claramente aquella chica llamada Aurora se había convertido en un problema. Irene le miraba sentada desde su cama con una sonrisa en la cara.

-¿Qué pasa, no es tu tipo? Es mona...
Ángel esperó a que los calores se bajasen, cuando sintió que sus mejillas volvían a recuperar el color pálido normal de ellas se acercó a Irene y se sentó a su lado.
-Digamos que...-Se calló y se mantuvo pensativo en silencio.
-¿Digamos que qué?-Pregunto Irene ansiosa-¿Qué?
-Pues que no me gustan.
-Sigo sin entenderte-se quejó su compañera.
-Pues que mi prototipo es más bien con el pelo cortito...
-¿Cómo Raquel?
Ángel apagó la luz y se metió dentro de la cama preparado para dormir y Irene hizo lo mismo. Irene se quedó mirándo los ojos grises de su amigo con sus grandes ojos verdes, Ángel mantuvo la mirada hasta que Irere se rió.
-¿Piensas decírmelo o qué?
Ángel se dió la vuelta dandole la espalda a Irene.
-Me gustan los chicos-Dijo al fin Ángel con tono de enfado.
-Oh...Eso está bien...
Irene se quedó mirando el pelo rojo de Ángel, él era callado y tímido pero la verdad es que nunca lo hubiera pensado... ¿Y que se supone que debería de decir ahora? La verdad es que a ella no le importaba la orientación de su amigo, para ella como si era de marte, no cambiaría su actitud hacia él. Se quedó esperando respuesta pero Ángel no contestó, quizá (poco probable) estuviera durmiendo...De todas formas Irene se acercó y le abrazó, después cerró los ojos y dejó que el sueño pudiera con ella.

()

Raquel se había levantado más pronto de lo norma, según sus cálculos las probabilidades de no encontrarse a Daniel eran de un 85%. Se puso un jersey negro y unos simples vaqueros. Bajó las escaleras y en la salida se encontró con Víctor.

-Buenos días-Saludo él.
-Hola
-Me iba ya, ¿Vamos juntos?
-Está bien-Raquel cogió su bandolera pero cuando fue a colocarsela Víctor le detuvo.
-Permiteme que te la lleve.
Raquel se quedo perpleja.
-Oh no, puedo yo sola gracias.
-En serio, déjame que te la lleve-insistió Víctor-No me cuesta nada y además quiero.
Raquel se encogió de hombros.
-Está bien.
Los dos salieron en dirección al edificio principal sin prisas ya que había tiempo de sobra. Estuvieron hablando durante todo el camino, riéndose sin parar y al final Raquel pensó que Víctor era muy guapo, algo de lo que no se había dado cuenta hasta ahora, además se veía un chico amable, educado, inteligente y con sentido del humor. Al final llegaron a su destino, subieron las escaleras y se sentaron en un banco del pasillo hasta que abrieran la clase.
-No tienes porqué envidiar a tu hermano.
-¿Qué?
-Lo digo por el otro día.
-Ah ya...
-Siento lo del otró día, me encontraba mal y no supe lo que decía.
Víctor le dedicó una sonrisa.
-Tranquila, disculpas aceptadas.

()

Marina se había despertado mucho más tarde ya que a la primera hora no había ido. Estaba tomándose una coca-cola en la cafetería cuando Zacarías apareció por allí. El chico de pelo corto y moreno pusó unas cuantas hojas encima de la mesa de Marina.
-Aquí tienes, son los de hoy.
Marina cogió los apuntes y se levantó.
-Muchas gracias, de verdad.
-De nada.
Los dos se dirigieron a su segunda clase.

()

Irene acaba de finalizar las clases y se dirigió hacia la casa de los fénix, allí en la puerta como habían quedado estaba Max. Se saludaron con un largo beso y fueron directos a la habitación de Irene. Irene se apolló en la pared y Max se tiró de golpe en la cama.
-¿Alguna novedad?
-Que va-Dijo Irene con una sonrisa- Las clases iguales de aburridas
-Jajaja, como siempre.
Max se levantó y se colocó delante de Irene, se apoyó con un brazo en la ventana cerrada y besó a Irene que se juntó más a la pared. Se dieron un beso largo e intenso. Irene llegó a la conclusión de que tenía suerte de haber conseguido un chico así, rubio, ojos marrones... Max se quitó la camiseta y la tiró al suelo dejando ver sus abdominales bien marcados. Empezó a besar el cuello de Irene poco a poco mientras que ella le tocaba su pecho escultural. Max no tardó en quitarle la camisa a Irene, y empezó a besar con más intensidad, primero en los labios, después otra vez en el cuelo y fue bajando.
-Max...
Max cogió a Irene y le apretó con fuerza contra él.
-Max...
El jefe de los Fénix empezó a besar el pecho de Irene.
-¡Ya vale!- Y Irene lo apartó.
Max le miró sin comprender.
-¿Qué pasa? ¿No te gusta?
Irene se puso la camisa.
-No es eso... Lo que pasa es que me gusta ir más despacio, nada más- Y le dedicó una sonrisa.
-Lo entiendo...

()

Raquel se dispidió de Víctor y se dirigó a la siguiente clase. Se sentó en un pupitre sola esperando que llegase el profesor, entonces vió a Daniel entrar. El líder de los Cuervos se dirió hacia ella.
"No, que no venga, que no venga..." pensó Raquel
-¿Está libre?- preguntó mirando a Raquel con sus ojos verdes.
-¡Mierda!
-¿Qué?
Raquel enseguida se puso roja y se maldijo por ser tan tonta.
-Claro, está vacío.
"¡Pero también hay más sitios vacíos, sientate en el de allí!"
-Vale, me siento aquí.
Raquel le dedicó una pequera sonrisa falsa.

()

-¡Marina!
Marina y Zacrías que acababan de salir de una clase se giraron de repente.
-¡Marina!
Marina vió como Aurora se acercaba a ella gritando enfadada.
-¡Por tu culpa! ¡Por tu culpa hice ayer la ridícula!-Aurora señaló a Marina con el dedo.
Marina miró a Zacarías sin entender y después a Aurora.
-No te entiendo...
-Si hubieras sido mi amiga me hubieras ayudado con Ángel ¡Te odio!-Y empujó a Marina.
Marina le devolvió el empuje.
-Yo no tengo la culpa ¡Estúpida!
Esta vez Aurora no le empujó si no que se tiró encima de ella tirándose las dos al suelo.
-¡Te odio!
Aurora cogió del pelo rubio a Marina y ésta respondió con arañazos. Zacarías actuó enseguida mientras un corro de alumnos se agrupaban alrededor.
-¡Eeeh! ¡Parad!- Zacarías separó a las dos "amigas" y aguantó a Aurora que se encontraba eunfórica.
-¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio! -Repetía
Mariná le sacó el dedo. De pronto entre la mulititud salió un profesor que Marina conocía muy bien.
-¡Al despacho del director ahora mismo!-Miró a Marina enfadado- ¡Y tú señorita me vas a tener que explicar tu ausencia a mi clase de esta mañana!

()

Ángel salía de clase cuando se encontró a Joel sentado apoyado en un árbol con una guitarra española.
-Buenas-Saludó Ángel mientras se acercaba-No sabía que tocaras la guitarra.
Joel sonrió enseñando su dentadura blanca con sus colmillos más grandes de lo normal.
-Puedo tocarte algo si quieres...
-Estaría bien- Ángel se sentó enfrente de él.
-Es una canción que compuse yo...
-Me gustaría escucharla...
Joel se rió y le guiñó un ojo.
-Está bien.
Enseguida los dedos de Joel empezaron a moverse ágilmente por las cuerdas creando un sonido lento pero acompasado, hipnotizador. El joven de pelo rubio abrió sus labios dejando salir su voz hermosa, Ángel se quedó contemplando sus ojos azules cautivadores como un pozo sin fin mientras cantaba.


Y aunque pase el tiempo
y pareza que no vas a aparecer
yo seguiré aquí sentado, te esperaré
para poder decir....

Que cuando llores yo lloraré
porque da igual lo que piensen
Yo siempre te querré.


Recuerda que...


Cuando te sientas solo yo estaré aquí
Cuando no puedas más...
Cuando la oscurida se alce sobre ti...
Yo estaré aquí, mírame...

Yo siempre te querré


Y cuando creas que todo vas a perder...
estréchame la mano, abrázame...
no te dejaré caer...


Y aunque el mundo esté en llamas
Y todo prenda...
Te abrazaré en mitad del fuego
Porque sé que sólo junto a ti
puedo llegar a ser feliz.
¿Dónde estás? Encuentrame
ven hacia mí.


Juro que siempre te amaré.







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