viernes, 23 de octubre de 2009

Capítulo 14: discusiones familiares


-¡¡¡NO!!!-Dijo Raquel desesperada, viendo como Víctor estaba encima de Daniel golpeándole sin parar, mientras este se intentaba defender.
La gente comenzó a formar un corro alrededor de ellos, pero nadie se metió dentro de la pelea.

-¡Solo la quieres porque estaba interesada en mí!-Dijo Víctor golpeándole otra vez en la cara.
-¡¡¡ESTÚPIDO!!! ¡¡¡SUÉLTAME!!!

Daniel intentaba levantarse del suelo, pero Víctor se lo impedía una y otra vez atacándole con todas sus fuerzas.

-¿Por qué siempre me quitas todo lo que tengo? Podrías tener a cualquier chica ¿Por qué ella?

Daniel consiguió soltarse de su hermano golpeándolo en la espalda con una de sus piernas.
Rápidamente te puso en pié y le placó con todas sus fuerzas, haciendo que impactara contra una de las paredes del escenario.
Víctor intentó golpear de nuevo a Daniel, pero este esquivó el golpe y contraatacó golpeándolo en las costillas.
Lo demás sucedió muy rápido.
Raquel se metió en medio de Víctor y Daniel abrazando a este último para que parara de golpear a su hermano.
Aún corriendo el riesgo de llevarse un golpe se interpuso entre los dos, intentando hablar, aunque sus palabras se ahogaban entre un mar de lágrimas.

-Por favor parad ya…-Susurró Raquel.

Daniel retrocedió varios pasos, observando a Víctor y a Raquel.

-No voy a dejar que te la quedes y le hagas daño.-Dijo Víctor con desprecio a su hermano.
-¡¿DAÑO?! Loco psicópata solo la intento proteger de ti.- y Daniel volvió a avanzar varios pasos en dirección a su hermano
-Por favor… -Volvió a susurrar Raquel levantando las manos para parar a Daniel.

Los dos hermanos se la quedaron mirando, y ambos se relajaron un poco, dejando su rivalidad en este momento, solo por no hacerle más daño a la persona que ellos querían.

-Tienes suerte de que ella este aquí…-Dijo Víctor desapareciendo entre la multitud.-pero esto todavía no ha acabado…

()

-Irene por favor no me dejes…-Decía Ángel cogiendo la mano de su amiga.

Ángel y Joel iban en la ambulancia dirección al hospital, uno sentado frente al otro e Irene tumbada en una camilla mientras los médicos intentaban estabilizarla.

-Irene… vuelve con nosotros.

()

-Díganos señorita, ¿dónde estaba usted la noche que mataron a su profesor? -Dijo el señor Ramírez.

Marina pareció pensárselo dos veces, y al final con una pequeña risita en su cara respondió.

-Estaba en mi dormitorio, y no, nadie puede confirmar que realmente estaba allí.
-¿Realmente sabe la gravedad de este asunto?
-Sinceramente me alegro que este muerto.

Todo el mundo se quedó en silencio en la sala donde el inspector Ramírez estaba tomando declaración a Marina.

-¿Entonces no nos va a contar más información que nos sea útil?
-Me temo que no.
-Esta bien, encerrarla por esta noche, así seguro que se le despeja la cabeza y estará mas dispuesta a hablar.

Dos policías acompañaron a Marina a una pequeña celda, habían varias chicas más allí dentro, con pinta de señoritas de la calle.
Marina se sentó en uno de los bancos que había en la celda y apoyó la cabeza contra la pared.

-Me cago en la puta…

()

-¿Cómo crees que está?-Le preguntó Ángel a Joel.
-No tengo ni idea, pero no te preocupes por eso, seguro que la salvaran y dentro de nada volveremos a estar como siempre.
-¡¡¡Hijo de puta!!!¡¡¡ME CAGO EN MAX!!!-Dijo Ángel mientras se levantaba de su asiento en la sala de espera y le pegaba una patada a la pared.
-Tranquilo Ángel, estamos en una sala de espera, no deberías molestar.
-Joder, es mi amiga-Dijo Ángel dejándose caer sobre en suelo cogiéndose la cabeza con las manos.-no quiero que le pase nada por un imbécil como esos.

Hubo un silencio amargo, Joel se levantó de su asiento y se acercó lentamente hacia Ángel.

-Ángel… -Susurró Joel a medida que se agachaba frente a este y lo abrazaba.-todo pasará, tranquilo, yo estoy aquí.

Ángel abrazó a Joel con todas sus fuerzas y varias lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.
-No quiero perderla, es lo más importante que tengo aquí…

Joel se separó un poco de Ángel y le cogió la cabeza con las manos.

-piensa que todo va a salir bien…

Ambos se miraron a los ojos, los ojos verde de ángel y los azules de Joel conectaron durante un momento.
Dejando que la cabeza de Ángel se vaciara completamente, que su conciencia flotara en un cielo azul claro.

-Perdón…-Dijo una enfermera observando a los dos.-Vuestra amiga ya se encuentra mejor, no esta consciente, pero podéis pasar a verla.

Ambos se levantaron rápidamente del suelo y siguieron a la enfermera hasta la habitación de Irene.

()

Raquel estaba inmóvil, sentada en uno de los bancos del campus, hacía rato que había dejado la fiesta y con ella a Daniel.
No podía dejar que todo eso siguiera así, por su culpa dos hermanos se estaban peleando.
Dos personas a las que ella quería, y no deseaba verlas sufrir, así que decidió que lo mejor sería olvidarlos a los dos para siempre.
Ya que si elegía a uno el otro seguramente no perdonaría al otro.
Debía decírselo ya, no podía dejar que todo esto continuara así, no podía dejar que todo esto le siguiera haciendo tanto daño.
Raquel subió las piernas al banco y las rodeó con sus brazos, se remangó una de las mangas de su camiseta y contempló varias cicatrices que había en su muñeca.
Una pequeña sonrisa amarga se dibujó en su cara y poco después se levantó y se dirigió hacia la casa de los cuervos.

()

-¿Y yo porqué estoy aquí?-Se preguntaba Marina sentada sobre el banco de la celda.

Se había quitado los tacones hace tiempo ya que los pies la mataban, y había encendido uno de sus cigarrillos.
Esta noche iba a ser muy larga.
Marina dejaba salir el humo de su cigarrillo por la boca, creando varios círculos que flotaban sobre el aire.

-Tú, la rubia.-Dijo uno de los guardias abriendo la celda donde se encontraba marina.-han pagado tu fianza, te marchas.

-¿Cómo?-Marina no sabía quien podía haber podido pagar su fianza, ni siquiera que tenía una fianza para poder salir.

Cogió sus tacones y salió de la celda viendo al fondo a un joven de cabello castaño, con cara de preocupación, pero de alivio al ver a su amiga.

-Zacarías…¿Qué haces aquí?

()

Víctor estaba sentado frente a su escritorio, observando una pequeña libreta de esbozos, con la música a todo volumen.
Algo extraño en esa casa, ya que todo el mundo solía ser tranquilo y no molestaba a los demás.
No podía dejar de dar vueltas al asunto de Raquel y su hermano, le había traicionado, no podía dejar de imaginarse a Raquel besándolo una y otra vez.
Esa imagen hizo que algo en el interior de Víctor estallase, una bola de ira surgió, y comenzó a apretar los puños contra el escritorio.
Miró a uno de los cajones del escritorio y lo abrió lentamente, dejando ver en el interior una gran daga.
Pero no se dio cuenta que detrás suya había alguien, mientras él la sacaba y la observaba lentamente alguien apagó su equipo de música haciendo que este se girará rápidamente.

-Víctor…-Susurró una voz femenina.
-¿Qué haces aquí?-Dijo Víctor observando la cara de Raquel, una cara que inspiraba el terror que sentía en estos momentos.

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