sábado, 14 de noviembre de 2009

Capitulo 24: Culpabilidad


Era de noche, Aurora estaba sentada un pequeño Wolf rojo, esperando con el motor en marcha. A su impaciencia encendió la radio y buscó alguna emisora donde pusieran alguna canción que le gustara.
Alguien abrió la puerta del asiento del copiloto y entró.

-Por fin, ya creía que me habías dejado plantada-Dijo Aurora con una pequeña risita en la cara.-esta noche nos vamos a divertir.
-Eso espero…

Irene se había puesto un vestido negro, algo ceñido a su pecho, con su pelo rizado suelto, dejando que le cayera por encima de la chaqueta negra que llevaba.

-Estás muy guapa, vas a cazar.-bromeó Aurora, que empezaba a conducir lejos de la universidad.
-Tú también estás vestida para triunfar…-Dijo Irene observando la corta minifalda y el top morado de Aurora.-¿A dónde vamos? Si se puede saber.
-Es una sorpresa, pero te va a gustar.

Aurora subió el volumen de la radio, y empezó a cantar la canción que estaba puesta contagiándole así una pequeña risa a Irene.

()

Era de noche y Raquel estaba tumbada en su cama, como de costumbre pensaba en Víctor y Daniel, en todo lo que había pasado, en lo que Zacarías había dicho de ellos.
No podía ser cierto que Daniel estaba relacionado con todo eso, pero como podía saberlo, si hasta hace poco pensaba que Víctor era un chico normal y corriente.
Raquel se levantó de su cama, y vestida solo con un camisón negro, salió de su habitación directa a la de Víctor.
La puerta estaba abierta, Raquel entró y cerró tras de si, poniendo la mirada fija en el trozo de suelo que sobresalía de los demás.

-¿Dónde las has metido?

Raquel se acercó y levantó el trozo de suelo, viendo el hueco vacío en él, tocó todas las paredes de ese pequeño espacio donde antes habían estado las fotos.

-¿Dónde pueden estar…?-Susurró, fijando la mirada en todas partes de la antigua habitación de Víctor.

Raquel sospechaba algo, no se terminaba de creer lo que le había dicho Zacarías, pero no se le iba de la cabeza. Entonces cuando se levantó y golpeó con fuerza en suelo de una pisada, algo se movió dentro de el pequeño espacio que había en el suelo.
Raquel volvió a agacharse y se dio cuenta de que una de las paredes de ese pequeño espacio estaba suelta. Sacó ese trozo de madera y metió la mano en busca de cualquier cosa.
Y así fue, como volvió a encontrar todas aquellas fotos de nuevo, empezó a mirarlas una por una, y cuando terminó volvió a hacerlo más rápido.
La sospecha era más que evidente, por qué Víctor tendría fotos de casi toda la universidad, menos de su propio hermano, con el que había tenido varias peleas y que sería la única persona en todo este recinto que de verdad tenía que odiar.

()

Víctor estaba tumbado en el sucio suelo de su celda, con la mirada perdida en el techo que tenía humedades.

-¡TÚ! Levántate de ahí tienes visita.-Dijo uno de los policías, dirigiéndose a él.

Víctor solamente giró la cabeza para observar quién querría verle, pero cuando vio a su hermano frete a las rejas de su celda cambió la dirección de su mirada.

-¿Puede dejarnos solos un momento?-Dijo Daniel al policía.
-Pero solo durante unos minutos…

Cuando Daniel observó que el policía ya se había marchado se acercó mas a las barras y comenzó a cantar una canción de cuna.

-¿Te acuerdas…?-Susurró Daniel.-esta canción es la que nos cantaba mamá para que nos durmiéramos.

Víctor no dijo nada, estaba ausente tirado sobre en suelo.

-Que pena todo lo que ocurrió.-Dijo Daniel, mientras acariciaba los barrotes haciendo así un ruido bastante molesto.-la mala hierba nunca muere, ¿verdad?
-Lárgate de aquí…
-Sí, que pena que por culpa de esa estúpida planta las flores del un precioso jardín vayan muriendo…
-¿Qué quieres, Daniel?-Dijo Víctor levantándose y poniéndose frente a su hermano.-¿Es que nunca va a acabar este juego?
-Sabes que tenemos que deshacernos de la mala hierva… así el mundo será un lugar mejor.
-Daniel estoy harto de todo esto…
-¿Por eso no quisiste acabar con Marina?-Dijo Daniel agarrando la cabeza de su hermano y acercándola a los barrotes.¿Por eso tuve que secuestrarla yo…?¿Por eso la ayudaste a salir y te culpaste?
-No quiero volver a hacer más daño…
-Víctor, tú harás lo que yo te diga, como siempre a sido y siempre será.
-¿Pero por qué esas personas? No nos han hecho nada…
-Víctor tú no lo comprendes aún, esa clase de gente es escoria, quizás aún no lo sean…, pero con el paso del tiempo la gente cambia y la envidia, la codicia consumen a las personas.

Daniel soltó la cabeza a su hermano, cuando el guarda de la celda empezaba a acercarse.

-Vale chicos ya os he dejado mucho tiempo.-Dijo el guarda señalándole a Daniel el camino de salida.
-Víctor, acuérdate de la primera vez…

Daniel comenzó a andar, alejándose cada vez más de su hermano. Y Víctor se dejó caer de nuevo en el suelo cogiéndose la cabeza con las manos, intentando no pensar en aquello que le había dicho su hermano, pero fue en vano.


“ Dos niños pequeños, cogidos de la mano frente a una escalera, uno de ellos está llorando pero el otro solo mira. -Así todo está mejor Víctor.-dijo el niño que no lloraba.-Así no nos volverá a hacer más daño… -¡Mamá! El niño más pequeño se agarró a su hermano, apartando la mirada, sin parar de llorar, repitiendo una y otra vez la misma palabra. Mientras que el hermano mayor miraba fijamente, con la cara sería sin ningún tipo de sentimiento el cadáver de una mujer, que parecía haberse caído por las escaleras. -¿Porqué has empujado a mamá?-Dijo el más pequeño escondiendo la cara entre la camiseta de su hermano.-¿Porqué, Daniel? -Si tú no me hubieras dicho que te pegaba yo nunca le hubiera echo esto, así que la culpa es tuya. Daniel empezó a bajar las escaleras, dejando a su hermano pequeño arriba. Y cuando estaba al lado del cuerpo de su madre ya sin vida, miró fijamente a Víctor y le dijo: -Tú la has matado.”

-¡NO!-Gritó Víctor amarrándose con más fuerza la cabeza.

()


Aurora paró el motor del su coche, y miró a Irene, ya que esta no paraba de mirar confusa por la ventanilla.

-¿Aurora dónde me has traído?

Esta salió del vehículo y dio toda la vuelta hasta ponerse frente a la puerta del copiloto, abrió la puerta y le tendió la mano a Irene.

-¿Vienes conmigo?-Su mirada cambiaba entre los ojos verdes de Irene y el motel que había justo detrás de ella.

()

-Daniel…¿Qué haces a estas horas por aquí?-dijo Raquel, cuando se dirigía de nuevo hasta su cuarto.
-La pregunta adecuada sería que haces tú por aquí…

Daniel se acercó a Raquel y la besó, Raquel lo abrazó y con sus dedos jugueteó por el pelo de este.

-Ven conmigo…

Al principió Raquel pareció poner un poco de resistencia, pero cuando Daniel le observó con sus ojos azules esta se dejó llevar.
Daniel la guiaba cogiéndola por la muñeca, llegaron hasta la habitación de este y Daniel dejó pasar a Raquel.

-¿Por qué me traes aquí?

Daniel no respondió, solamente empezó a encender varias velas y colocarlas por toda la habitación, cuando ya estaban todas puestas Daniel apagó la luz y se dirigió hacia Raquel.

-Daniel, ¿Qué…?

Pero antes de acabar la frase Daniel se lanzó sobre Raquel, quedando tendido encima de esta. No paraba de besarla y sus manos recorrían el fino camisón que separaba su piel de él.
Raquel le acariciaba la cara y lo acercaba más y más hacia él.

-Te quiero.-Dijo Daniel mientras incorporaba a Raquel en su cama para quitarle el camisón.-no cambien, por favor…
-Yo también te quiero…

Daniel desnudó fácilmente a Raquel, pero cuando esta le iba a quitar la camiseta que llevaba Daniel se separó de ella y se levantó de la cama.

-Déjame hacer una cosa…

Daniel se acercó a su armario y de el sacó un rosario negro, empezó a dirigirse a Raquel que lo miraba extrañada, pero no izo nada mientras este se lo colocaba encima.

-Esta noche va a ser muy especial…-Dijo Daniel mientras se quitaba la ropa y volvía a tenderse encima de Raquel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario