domingo, 8 de noviembre de 2009

Capítulo 22: Atrapada.



Marina abrió los ojos entre la inmersa oscuridad.
Sin embargo fue en vano pues no reconocío el lugar donde se encontraba. Tanto las paredes como el suelo estaban formadas de un tipo de azulejos que juraría que eran blancos. Forzó la vistas para poder ver a través de la oscuridad y creyó distinguir algo parecido a una ducha, pero de todas formas no intentó averiguarlo. Juraría que era la primera vez que pisaba aquel sitio en su vida. Volvió a cerrar los ojos, se encontraba cansada, la cabeza le pesaba y no podía pensar con claridad. Tiró de las cadenas que le tenía cogida por las manos pero como las últmas veces, no pasó nada, estaban bien atadas a la pared. Agotada decidió volver a entrar en la pequeña ensoñació en la que se encontraba hace pocos minutos, por lo menos se olvidaría de la realidad por un tiempo pero de pronto oyó un ruido que resonó en toda la sala. Abrió los ojos de nuevo pero aquella máldita oscuridad no le dejó ver. Asustada rezó para que no fuese su secuestrador.


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Ángel se sentía solo. Se encontraba tirado en su cama con la cabeza escondida entre los cojines. Había llamado a Irene que aún no había aparecido por ahí, pero nada, no respondía. ¿Dónde coño te has metido Irene? Se alzó y se sentó en el borde. ¿Dónde estaba la gente? ¿Dónde estaba Marina, Zacarías y Raquel? Nunca se había sentido tan solo y no podía evitar en pensar en Joel. ¿Por qué no había sido capaz de despedirse? ¿Sería por el beso del otro día? ¿Y si ya no quería saber nada de él?, Ángel se maldijo y se colocó las dos manos en la cabeza confuso cuando de repente sonó un "Pi-Pi" proveniente de su móvil. Se levantó corriendo y lo cogió.
-Joel...
Abrió el mensaje temblando. En el mensaje habia escrita una dirección.

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Irene estaba muerta. Veía doble y de forma blanquecina. Necesitaba descansar.
-Venga guapa-Dijo Max mientras le cogía la cabeza y intentaba guiar los movimientos de la felación pero Irene se apartó y se dejó caer sobre la cama al lado de Max.
-No, venga-Se quejó Max- Hoy no has tomado mucha...
Irene se bajó de la cama casi sin fuerza y se apoyó en la pared.
-Joder-Volvió a abrir la boca Max- No me puedes dejar así.
Sin dudar cogió el movil, leyó el mensaje de Aurora que le había enviado hace apenas unos minutos y que él había ignorado, miró a Irene y después contestó al mensaje.

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-¿Daniel qué haces aquí?
Daniel se encontraba apoyado en la camilla observando a Raquel y a Zacarías.
-¿Y vosotros?
Raquel señaló a la camilla donde habían encontrado pelos que creían que eran de Marina.
-Hemos encontrado una pista, aqui ha estado Marina, tu hermano ha debido de...
-Raquel ¿Aun sigues con eso?
-¡Daniel no e suna tontería! ¡Mira!
Daniel se alzó y se acercó a ella, le miró con sus grandes ojos azules que chocaron con los de ella, del mismo color, por un instante. Después dirigió su mirada hacia la camilla y obersvó la sangre y el pelo rubio.
-¿Tú sabes algo?-Pregunto Zacarías.
Daniel negó con la cabeza y se giró hacia Raquel rodeandola con sus brazos.
-Siento no haberte creido.-Dijo seriamente.
-Tenemos que encontrarla Daniel, antes de que sea demasiado tarde- Y se apretujó más entre los brazos de Daniel.
-¡Yo ya estoy arto!-Gritó de repente Zacarías- ¡Esto ha llegado demasiado lejos!
Y dicho esto salió por la puerta dispuesto a contarselo al director Josep de la Vega y de paso llamar a la policía que llevaba la investigación del asesinato del profesor.

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Ángel dudó antes de tocar el timbre. Eran las siete e la tarde y había tardado media hora en llegar a la dirección del mensaje. Decidió que no se iría muy tarde pues mañana había clase, intentaría arreglar las cosas y buscar un porqué y nada más.. Esperó nervioso a que se abriera la puerta, sin saber exactamente qué o quíen se encontraría en aquel piso del centro. Como esperaba un chico rubio de ojos azules con una risa encantadora y esta vez algo amarga abrió la puerta. Joel vestía una camisa interior de tirantes blanca ajustada y unos pantalones finos y cortos por encima de la rodilla. Ángel enseguida fijó su mirada en el morado del ojo del chico y en labio partido e inflamado por la pelea con su padre el otro día.
-Hola- Dijo él.
-Hola.
Se quedaron mirándose sin saber qué hacer hasta que Joel hizo un ademán para que entrase.
Ángel observó el nuevo entorno, una pequeña habitación desordenada típica de solteros, había un sofá, una televisión, una barra americana y una pequeña cama al nivel del suelo, todo junto sin separación provocada por tabiques. Se sentaron en el sofá, cada uno enfrente del otro algo incomodos por la tensión que había en el ambiente.
-¿Por qué?-Cortó el silencio Ángel- ¿Por qué te has ido y ahora me llamas?
-Necesito a alguien... -Joel se echó hacia atrás y suspiro-Ha sido un momento de debilidad. Necesito hablar, acabo de escaparme de casa de mi padre.
-Creía que Zacaría y tú erais amigos desde pequeños.
Joel no contestó y bajó la vista hacia abajo.
-Joel, joder, eres mayor de edad, puedes hacer lo que que quieras, vuelve y no le des más vueltas.
-¡No puedo!-saltó nervioso, indefenso como un niño pequeño- ¿No lo entiendes? Mi padre me hará la vida imposible si vuelvo, voy a entrar al ejército, el lunes que viene ya empiezo y...
-¡Tienes que denunciarlo!
-¿Cómo voy a denunciar a mi padre?
Ángel señáló las heridas de Joel con la mano.
-Mírate.
-No sé que hacer...-Y sus ojos como muchas otras veces empezarona temblar amenazando como romper a llorar, sus ojos se aclararon hasta el punto de que parecían agua pura, su rostro se encogió como muestra de dolor y arrugó la frente- Necesito ayuda,me siento tan solo, tan pequeño... No sé que hacer.
Ángel se acercó a él, se fijó en su pelo rubio, en todo y pensó que se encontraba ante un ángel caido. Se acercó y su corazón empezó a latir. Joel vió como su amigo pelirrojo se acercaba demasiado a él pero sin embargo no se movió, sabía lo que iba a suceder pero no se movió.
Angel besó los labios de Joel pero este finalmente se apartó ladeando la cabeza al mínimo roce como si le hubieran dado un calambre.
-Ah...-Joel se colocó la mano en el labio partido- Me duele.
-Lo siento-Dijo Ángel con una sonrisa mientras sus mofletes se llenaban de un rojo intenso.
-No te equivoques- Volvió a repetir Joel como la última vez y Ángel dejó se sonreir- Yo no soy... Somo amigos Ángel, nada más.
Ángel le miro sin entender, se levantó enfadado y se dirigió hacia la puerta.
-¡Me besastes tú! ¡Luego te marchas, no avisas y después me llamas! Y ahora...-Dijo mientras hacía gestos con la mano que no iban a ninguna parte- Te beso y... ¡Sabias que te iba a besar y no te has apartado! ¿A qué juegas Joel?
Ángel abrió la puerta pero Joel se levantó y gritó enfadado:
-¡Joder! ¿No me ves como estoy? ¡Necesito ayuda! ¿Qué pasa? ¿¡TENGO QUE FOLLAR CONTIGO PARA QUE TE QUEDES!?
Ángel cerró la puerta pero no se giró.
-Somos amigos Ángel... -dijo ya más calmado- Mira, haz lo que quieras, yo no te obligo a nada, marchate si quieres, creo que ha sido un error llamarte.
La palabra amigos resonó en la cabeza de Ángel como si miles de alfileres se le clabaran sin piedad, pero de todas formas se giró y miró a Joel, se acercó y le dio un pequeño abrazo.
-Lo siento-Se disculpó-Soy un imbecil, esta noche me quedaré aquí.
-Mañana hay clase.
-Da igual, no iré, somos amigos ¿No?- Preguntó retóricamente con una sonrisa.

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Aurora no tardó en llegar a la habitación de Max. Se fijó en que Max se encontraba totalmente desnudo tapado por la manta de la cama y Irene, su supudsta novia tirada en el suelo con los ojos cerrados.
-Ven aquí -Dijo él.
-¿Qué hace ella aquí?- Preguntó Aurora enfadada.
-Tanquila, estás más allá que aquí, anda ven-Y se quitó la manta de encima.
Aurora sonrió y se acercó a él.
-¿Qué pasa...Que ella no te da lo que tiene que darte?
Max se rió.
-No, la pobre no sirve para eso.
Aurora se colocó encima de Max con las piernas abiertas.
Max y Aurora enseguida empezaron a besarse. Tal vez si Max no hubiera estado tan ocupado en desabrocharle el sujetador a Aurora hubiera visto como una lágrima caía del ojo de Irene que se encontraba sentada, apoyada en la pared incapaz de moverse con la escusa de la droga, pero sin embargo Irene hubiera sido capaz de levantarse, capaz de chillarle a Max y reporcharle todo, pero no tenía fuerzas... Había sido todo una mentira. Se maldijo por haber sido tan tonta y no haber hecho caso antes a Aurora pero ahora la verdad se encontraba ante sus ojos todo gracias al plan de Aurora.

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La policía se encontraba buscando en todos los alrededores del instituto y por el campus. Zacarías acompañado de varios agentes y por el inspector Ramírez se introdujeron en la piscina climatizada de la universidad ya cansados de tanto buscar, empezaron a mirar por todas partes encenciendo luces cuando se dieron cuenta de que la luz del vestuario de los chicos se encontraba encendida. Corriendo Zacarías se introdujo en estos, pero nada, no había nadie, entonces oyó un sonido proveniente de las duchas, sin dudarlo se acercó seguido de los policías que acaban de adentrarse en el vestuario.

()
Víctor se acercó a Marina sorprendido.
-¿Que haces aquí...?
Marina abrió los ojos y obervó como Víctor le quitaba las cadenas.
-¿Estás bien?
Víctor intento levantar a Marina cuando quedó sorprendido por una voz.
-¡CABRÓN SUELTALA!- Gritó Zacarías que sin pensarselo cogio a Víctor y le pegó un puñetazo. Víctor con la nariz sangrando se cayó al suelo. La policía no tardo en intervenir, agarraron a Zacarías para que no suiguiese agrediendo a Víctor y el inspector Ramírez agarró a Marina.
-Muchacha... ¿Te encuentras bien?-El inspector agarró a Marina que no se podía mantener en pie- Necesita un chequeo médico ya.
Enseguida Raquel y Daniel llegaron a la zona de lo ocurrido justo para ver como se llevaban a Víctor esposado.
-¡Yo no he sido!-Gritó-¡Soltadme!
El inspector Ramírez empezó también a llevarse a Marina.
-Tengo que ir con ella- Dijo Zack.
-No-Dijo el hombre- Tranquilo, estara bien...
Marina abrió los ojos y susurró señalando a Víctor.
-No... él no ha sido.
-Sshh... Susurró el inspector- descansa.
-¿Qué...Qué has dicho Marina?-Preguntó nervioso Zacarías
-¡Muchacho déjenos hacer nuestro trabajo!-Protestó Ramírez apartando a Marina de Zack- Ahora tu amiga necesita descansar.
Pero antes de cerrar los ojos Marina echó una larga e intensa mirada a Daniel.
Raquel, Zacarías y Daniel se quedaron mirando la escena. Después se dirigieron hacia la salida ya dispuestos a irse a dormir después de lo sucedido. Raquel miraba a Daniel sin saber qué decirle. Víctor era su hermano pese las peleas que habían tenido y no sabía como iba a tomarselo.
-Oye Raquel-Dijo Zack ya fuera de la piscina, al aire libre- Necesito hablar contigo.
Raquel miró a Daniel.
-Tranquila, no pasa nada, te espero en la puerta, no tardes.
Daniel empezó a hacer el camino sigiloso y tranquilo como si no hubiera pasado nada.
-¿Qué pasa Zacarías?
-Es sobre lo de Marina...
-Ahora no por favor, estoy cansada... Víctor...¿Por qué...?
-Bueno solo quiero que sepas que he llegado a la conclusión de que Víctor o sea quien sea el asesino y el secuestrador es una persona que tiene algo en contra de Marina y no sé porqué.
Raquel bostezó a causa del sueño y se secó unas cuantas lágrimas que bañaban su rosotro mientras siguía callada esperando que Zacarias siguiese.
-Primero mató al profesor para culpar a Marina y meterle en la carcel pero al fallar su plan... decidió acabar con ella él mismo...
-Mejor no darle más vueltasZacarías, ya sabemos quien ha sido, ha sido Víctor... y ya está detenido... Es todo tan difícil...- Raquel se autoabrazó ella misma para protegerse del frío de la noche y miró a Zack con cara de pena-Hablamos de esto mañana ¿Vale? Será mejor...
-De acuerdo, pero Marina dijo que él no había sido- Contestó el chico moreno girándose ya- Buenas noches.

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